Hola a todos y bienvenidos a mi Blog. Aqui reuno las historias que me da por escribir, son historias relacionadas con el Lineage 2 y mi servidor Eria. Espero que disfruteis leiendolas como yo lo he hecho escribiendolas.

Informacion:

Bueno he puesot un nuevo formato de blog que hace mas llevadera la lectura, ya que extiende mas el texto.

Las historias estan puestas por fecha, asique en algunas que tienen continuacion esta primero la ultima de ellas, seleccionarlas desde le menu, ais no os leereis antes el final que el comienzo.

sábado, noviembre 25, 2006

El Reino de los Olvidados ( Capitulo 6: La Bestia Verde. )

La lluvia de flechas y hechizos seguía machacando a los Hombres de Hielo, caían uno tras otro, pero no daría tiempo a matarlos a todos, ya estaban encima. Waso irguió la lanza y con todas sus fueras hizo un tremendo barrido que dio de pleno a cuatro adversarios dejándolos fuera de combate. Las bajas eran reemplazadas por nuevos efectivos tan pronto como caían, y venían con mas furia que los derrotados, no estaban dispuestos a permitir una intrusión así en sus tierras, en su hogar.

Mientras tanto Bekita comenzó su baile mortal, con las espadas firmemente agarradas por las empuñaduras, parecía un torbellino mortal. Los adversarios no sabían donde pegar, no veían mas que una figura negra girando y cortando, haciendo fintas prácticamente imposibles que acababan siempre de la misma forma, un enemigo destrozado en el suelo. Tres Hombres de Hielo se abalanzaron sobre ella con sendos brazos convertidos en mortíferas espadas, lanzaban estocadas y barridos para tratar de encontrar un hueco por donde herir a la drow, pero hacia falta mas que eso para alcanzarla, años de entrenamiento servían no solo para atacar, si no también para formar una de las mejores defensas en el combate cuerpo a cuerpo. Uno de los atacantes lanzó una estocada a media altura, mientras, en perfecta combinación, otro hizo un movimiento desde el lateral con ademan de cortar a la altura del cuello, una de las espadas se interpuso rápidamente en la trayectoria que pretendía segarle la cabeza, mientras con un movimiento ágil esquivo sin problemas la estocada, colocándose justo detrás de uno de los adversarios para con la espada libre partirlo en dos.

Ante semejante velocidad de movimientos, no podían hacer nada, trataron de hacer un segundo ataque combinado entre los dos que quedaban en pie, pero el resultado fue incluso peor que el anterior, esta vez, anticipándose a los movimientos de sus enemigos, Bekita se agacho y con un simple movimiento segó los brazos del primero de sus atacantes, rodó por el suelo y con el impulso al levantarse empujó al segundo contrincante al suelo para luego saltar encima de el ensartando ambas espadas en la cabeza del abatido enemigo.

Al mismo tiempo, en la zona opuesta del circulo, Urzak blandía su enorme espada de un lado a otro hacia movimientos que mantenían a raya a los Hombres de Hielo, cortando a todo aquel que osara acercarse le. De repente se abalanzaron cuatro engendros gélidos sobre el orco, pillando de improvisto a este, habían casi surgido de la nada, atacando con un ansia brutal. Urzak recibió dos estocadas en sendos brazos, pero para sorpresa de los atacantes apenas se inmuto, su piel era dura como la misma roca, hacia falta mas que una simple estocada para atravesar la. Henchido de rabia por haberle superado las defensas, Urzak comenzó a mover la espada de izquierda a derecha y viceversa, todo lo que osaba acercarse corría riesgo de ser cortado o aplastado. No le hizo falta mucho mas, ya que los adversarios estaban prácticamente encima de el y cayeron en dos barridos.

Lleno de adrenalina, Urzak estaba ansioso de que se acercaran mas enemigos, cunado repentinamente notó un pinchazo en una de las piernas, miró hacia abajo para ver que lo había provocado y aprecio un dardo de hielo clavado en el muslo, no era como los que había esquivado en el túnel, estos dardos estaban hechizados, fortalecidos para poder romper la dura piel de los orcos. Levantó la vista para ver de donde había venido el disparo y a unos metros del grupo ofensivo de los Hombres de Hielo se encontraba un pequeño destacamento de lanzadores de dardos, con un hechicero encantando los proyectiles.

-¡¡Tenemos problemas!!- Gritó Urzak señalando como podía al grupo de lanzadores de dardos.-Drizzit, Mandragora intentad abatirlos, no creo que podamos llegar hasta ellos con todo esto aquí delante.- Ordenó el orco.

-Al hechicero -Propuso Drizzit.

Sin pensarlo dos veces, los dos drow centraron su ataque en el hechicero para evitar que encantara los proyectiles. Lanzaron una descarga de flechas y hechizos directamente sobre el hechicero, pero no pareció afectarle lo mas mínimo. Las flechas salieron despedidas hacia todas direcciones y los hechizos desaparecieron poco antes de impactar sobre el objetivo.

-Tienen una barrera mágica, hay que acercarse a ellos. - Dijo Mandragora.

-Limpiarme un poco el camino, y déjamelo a mi.- Contestó Waso mientras asía con fuerza la lanza.

El orco concentro sus fuerzas y soltó un grito estremecedor, y como ocurriera anteriormente con Murak, sus músculos se hincharon y agrandaron y una mueca de furia apareció en el rostro de Waso. Como poseído por el mismísimo Diablo, se abalanzo sobre el grupo que tenia delante, arrollando en primera instancia a los mas desprevenidos y ensartando con la lanza a los que les seguían. Duro poca esta acometida, en un instante se vio rodeado completamente por mas de diez adversarios dispuestos a no dejar nada del orco. Tal como se le echaron todos encima, comenzó a girar la lanza de un lado a otro, aremeteindo contra todos los enemigos. No había ni uno solo que en este primer instante no hubiera recibido un golpe de la bestia verde. Viendo que con estos diez no seria suficiente, otros cinco se sumaron al grupo, dejando con menos efectivos la ofensiva al resto del grupo de compañeros. Waso seguía girando y golpeando con la lanza, en uno de esos barridos destrozo el cuerpo de dos Hombres de Hielo, les alcanzo justo en el tórax. Los otros trece atacaron al unisono, golpeando al orco por todos lados, estaba en una situación peligrosa, no tenia mucho espacio para golpearlos a todos, los tenia prácticamente pegados, clavando le las espadas y haciéndole cortes por todo el cuerpo. Uno de los Hombres de Hielo, con el brazo transformado en una gran maza congelada, le dio un tremendo golpe en la cabeza, dejando al orco en un estado de shock.

Estos pocos segundos que estuvo sin conocimiento, recibió una tremenda cantidad de golpes y cortes que lo dejaron casi al limite de sus fuerzas, recobro el conocimiento medio tumbado en el suelo. -¡¡No me venceréis tan fácilmente!!- Gritó mientras se levantaba como podía. En ese instante, reunió todas las fuerzas que le quedaban y soltó un grito estremecedor, que hizo temblar hasta las estalactitas que colgaban en lo mas alto de la galería. Se podía apreciar como su cuerpo parecía mas grande, mas poderoso, cogió de nuevo su lanza y de un solo golpe tumbo a cuatro adversarios, y sin perder un segundo, se tiró de cabeza a por los ocho restantes, soltando un vendaval de golpes destrozando y rompiendo los ahora débiles cuerpos de los Hombres de Hielo.


Aterrorizados por semejante furia in contenida, el grupo de lanzadores de dardos centraron todo su poder ofensivo en la masa verde que se les venia encima. Unos segundos después, Waso tenia el cuerpo lleno de dardos clavados, pero parecía no hacerle efecto ninguno, seguía corriendo hacia ellos con el gesto torcido por la rabia, con la lanza en alto para que vieran cual iba a ser el objeto de su muerte.




Capitulo 7: Voces.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bien Pol, te superas por momentos, sigue asi...

Anónimo dijo...

Pues nada otra vez nos quedamos con las ganas de saber que pasa. Xd

Ese WASO!!!

Anónimo dijo...

Pues nada otra vez nos quedamos con las ganas de saber que pasa. Xd

Ese WASO!!!

Anónimo dijo...

Estos orcos son la ostia. Escribe el libro y dejate de fasciculos pol