Hola a todos y bienvenidos a mi Blog. Aqui reuno las historias que me da por escribir, son historias relacionadas con el Lineage 2 y mi servidor Eria. Espero que disfruteis leiendolas como yo lo he hecho escribiendolas.

Informacion:

Bueno he puesot un nuevo formato de blog que hace mas llevadera la lectura, ya que extiende mas el texto.

Las historias estan puestas por fecha, asique en algunas que tienen continuacion esta primero la ultima de ellas, seleccionarlas desde le menu, ais no os leereis antes el final que el comienzo.

lunes, noviembre 13, 2006

El Reino de los Olvidados ( Capitulo 3, Camino al Paso de Greshall.)

Después de varias horas explicándole a Drizzit y Murak todo lo que le habían averiguado, comenzaron a trazar la mejor ruta para adentrarse en las montañas. No era nada sencillo, ya que estas tierras son duras, tanto por la climatología como por la diversa variedad de seres que habitan en ella. Había una ruta hacia clara, un camino que parecía casi marcado en el mapa, el mas usado por la gente que osaba adentrarse, pero también era el mas largo, y los seis compañeros no quería perder el tiempo.

Encontraron varias rutas alternativas, aunque ninguna de ellas les satisfizo, algunas veces porque era incluso mas larga que la primera, y otras porque era practicamente imposible cruzar la zona que querían atravesar.

-Y si cruzamos por El Paso Greshall. -Propuso Urzak.- Se que es un poco arriesgado, pero creo que no tenemos otra alternativa.

Los tres drow se miraron unos a otros poco confiados, no les gustaba nada esa ruta, era bien conocido por toda la región la tribu de Hombres de Hielo que dominaban esa zona, unos seres que no veían con muy buenos ojos que foráneos entrasen en su preciado territorio congelado. Esta tribu no daba nunca una bienvenida cálida, atacaban sin preguntar, y sus estrategias de combate eran impresionantes, dado que la eran seres hechos casi al completo de hielo, y se podían camuflar como si fueran rocas congeladas o cualquier cosa similar.

-No tenemos mas remedio, hermana, es el único camino que nos queda. - Espetó Bekita a su hermana Mandragora.

-Tendremos que ir con muchisimo ojo, no quiero caer en una trampa de los Hombre de Hielo. - Respondió Mandragora mientras revisaba su libro de hechizos.- Lastima no tener hechizos de fuero lo suficientemente poderosos.

-No os preocupeis demasiado, tenemos una buena baza a nuestro favor, ¿verdad Murak?. - Comento Urzak dandole una palmada en el hombro.

-Murak romper agua dura, Hombres de Hielo ser agua dura, Murak romper Hombres de Hielo.

-De todas formas no podemos echarnos atrás, sabemos lo que esta en juego, hay que irse cuanto antes. -Comento Waso mientras se levantaba y plegaba el mapa.

A los veinte minutos estaban ya en marcha, dirección a Draken para ultimar su cargamento de pociones y unguentos. Iba a ser un viaje duro, había que preparase bien. Una vez todos listos, se pusieron en camino. Siguieron el camino hasta llegar a lo que parecía un cruce, el camino que venia de la ciudad seguía claramente recto, pero a la izquierda se apreciaba un pequeño camino, que serpenteaba entre arboles congelados y rocas, se dirigía directamente a la ladera de una montaña que se veía completamente blanca por la nieve. El grupo tomo el pequeño sendero, ya que el otro camino les llevaría demasiado tiempo hasta llegar a su primer objetivo, la entrada a la montaña.

Poco a poco se podía apreciar como el terreno estaba cada vez mas desolado, solo había hielo y nieve, no se oía nada mas que el ruido de las botas en la nieve y el silbido del gélido viento que asolaba la zona. Habían dejado atrás el pequeño tramo del serpenteante sendero y ahora iban en linea recta hacia la montaña que tenían enfrente. Mientras seguían andando notaban como sus paso eran cada vez menos firmes, hasta que a Waso le dio por agacharse y quitar la capa de nieve que había. Se podía apreciar claramente como estaban caminando por encima de un lago congelado.- Vamos, aligeremos el paso, no tiene porque romperse, pero no hay que arriesgarse.- Dijo mientras se levantaba y aceleraba el ritmo. Siguió andando hacia adelante, despejando cada pocos metros la nieve con el pie para ver si todavía seguían sobre el lago congelado. A los pocos minutos ya se encontraban de nuevo sobre tierra firme.

Habían avanzado mucho, ya estaban llegando a la ladera de la montaña, llevaban casi todo el día caminando, así que decidieron parar para recuperar algo de fuerza. Buscaron un sitio refugiado del frío viento, una enorme roca que se encontraba a pocos metros de donde estaban. No podían quedarse mucho rato en el mismo sitio, el frío acataría por mermar la condición física de los drow, que no eran muy dados a estas temperaturas, así que se pusieron en marcha de seguida.

Dejaron atrás la roca y se encaminaron directos hacia la montaña, en la cual ya se divisaba la entrada, una abertura de poco mas de dos metros y medio de diámetro, pero que estaba perfectamente tallado en la roca. No tardo mucho hasta que llegaron a la entrada y los tres orcos entraron sin mas, en cambio las dos hermanas drow y el arquero se quedaron justo en la entrada.

-El Paso de Greshall...- Dijo Bekita con una voz casi inaudible y con un tono poco convencido.

-No hay mas remedio, tenemos que cruzar la montaña por aquí.- Contesto Drizzit mientras tensaba la cuerda de su arco para comprobar si estaba preparada.

Con paso firme, los tres drow entraron en la cueva, a pocos metros estaban los tres orcos esperandolos sin ningún rastro de preocupación en sus rostros. Los Hombres de Hielo eran uno de los enemigos mas temidos por los drow, apenas tenían enfrentamientos, ya que los drow habitaban mas adentro de las montañas, pero los pocos enfrentamientos de los que se han tenido noticia, no salieron muy bien parados los elfos oscuros. La visión de los drow en la oscuridad no les sirve de mucho cuando luchan contra criaturas que no desprenden calor alguno, apenas alcanzan a verlos.

-Elfos asustados, ¿temer agua dura? - Dijo de repente Murak que había estado sin decir nada todo el trayecto.

-Creo que no has visto muchos, Murak, deberías tener cuidado con ellos. - Contesto Drizzit mientras veía como Murak daba golpecitos con su martillo contra una gran roca de hielo.

-Dejale, seguro que tiene ganas de divertirse, un viaje tan tranquilo le aburre.- Dijo Waso.

-Deberíamos encender algo de luz, sera mas útil la luz en la lucha contra los Hombres de Hielo. - Propuso Mandragora mientras preparaba un hechizo sobre su propia vara.

En cuanto concluyo el hechizo, un halo de luz ilumino toda la estancia, dejando visible todo lo que se encontraba en ese radio. Siguieron el único camino que había, un camino ancho y alto, con tremendas estalactitas colgando del techo, amenazadoras y brillantes. El camino era recto, pero no se podía apreciar a donde se dirigía, solo se veía oscuridad.


Capitulo 4: Fuerza Bruta

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