Hola a todos y bienvenidos a mi Blog. Aqui reuno las historias que me da por escribir, son historias relacionadas con el Lineage 2 y mi servidor Eria. Espero que disfruteis leiendolas como yo lo he hecho escribiendolas.

Informacion:

Bueno he puesot un nuevo formato de blog que hace mas llevadera la lectura, ya que extiende mas el texto.

Las historias estan puestas por fecha, asique en algunas que tienen continuacion esta primero la ultima de ellas, seleccionarlas desde le menu, ais no os leereis antes el final que el comienzo.

martes, noviembre 14, 2006

El Reino de los Olvidados ( Capitulo 4: Fuerza bruta. )

A medida que el grupo iba avanzando el camino se estrechaba cada vez mas, lo que antes era un túnel inmenso ahora era un pequeño túnel que les obligaba a ir en fila india, cosa que no les hacia ninguna gracia, demasiado fácil para una emboscada. A parte del estrechamiento del túnel, también podían notar como poco a poco iban descendiendo y a su vez la temperatura hacia lo mismo, cada vez el frío era mas intenso, la oscuridad mas impenetrable y el camino mas estrecho. Decidieron aligerar la marcha para con suerte encontrar un recinto mas grande donde poder defenderse en caso de encontrarse con los Hombres de Hielo.

Urzak paro en seco, haciendo que Bekita se chocara con la espada que llevaba en la espalda. -¿Qué sucede?- Preguntó en un tono bajo. La única respuesta del orco fue un ligero sonido que salía de sus labios y una mano levantada en señal de que todo el mundo se quedara quieto. Lentamente agarro el mango de su espada con ambas manos, y se dispuso en posición de ataque. Aun que no fue eso precisamente lo que hizo, como si fuera una pluma, Urzak movió la tremenda espada colocándola justo delante de su rostro, quedando esta con la parte plana mirando hacia su cara. Un dardo de hielo se estrello contra la espada haciendo un ruido seco y rompiéndose en mil pedazos. Otro dardo pasó volando justo por encima de la cabeza del orco, acabando por chocarse contra la pared lateral. Comenzó a caminar hacia adelante con un paso cada vez mas ligero, no habían mas dardos, pero Urzak no quito la espada de delante por precaución.

Tal como iban avanzando, casi al trote, se podía apreciar que el túnel se ensanchaba de nuevo, hasta tal punto que de repente se encontraron en una tremenda gruta, la luz la inundo por completo, dejando visibles centenares de pasadizos y corredores por todos lados. En el mismo instante que entraron los seis en la caverna, aparecieron salidos de la nada, cinco seres transparentes como el hielo, con un aspecto semi humano. Sus extremidades se convirtieron en diferentes armas, y sin mas preámbulos se lanzaron sobre el grupo con un ansia mortal. Antes si quiera de que apareciesen los cinco seres, Bekita había comenzado sus danzas, atributos mágicos que nos otorgaban poder y agilidad en la lucha. Pasaron a disposicion defensiva, los tres orcos plantaron cara a las cinco criaturas que venían como una furia, detrás de el muro que habían montado los tres orcos, estaba Drizzit, lanzando una lluvia de flechas que habría destrozado un batallón entero de goblins, pero su efecto en estas criaturas heladas era mas bien escaso, debía concentrar su fuego en uno de los enemigos, debía concentrar el poder en una de sus flechas. Tensando lentamente y pronunciando una serie de palabras en su idioma natal, se podía apreciar como la flecha brillaba cada vez mas fuerte, conforme concluía el conjuro, el arco se tensaba mas y mas, y en el mismo instante que pronuncio en voz alta la ultima de las palabras, soltó la flecha. La flecha, envuelta en un halo de energía salio despedida, a una velocidad inusual en una flecha, dejando tras de si una estela blanquecina, iba dirigida al primero de los cinco atacantes. Este viendo venir la flecha, interpuso su brazo izquierdo en la trayectoria, para para el flechazo con el escudo en el que se le había convertido la extremidad, pero para su sorpresa, la flecha atravesó la defensa sin dificultad alguna finalizando su vuelo justo en su cabeza. Una pequeña explosión de energía deshizo en centenares de trozos al objetivo. Ahora quedaban cuatro. Sorprendidos por el tremendo ataque del arquero, alimentaron mas sus ansias por acabar con los intrusos, sabían que no podían dejar tirar otra de esas flechas al arquero. Uno de ellos se paró en seco, y salio corriendo hacia su izquierda, perdiéndose de repente en la nada.

Los tres adversarios que quedaban ya estaban a menos de tres metros de distancia cuando Murak soltó un grito estremecedor, se podía apreciar claramente como sus músculos se tensaban al máximo mientras apretaba con fuerza tremendo martillo. En una explosión de rabia y fuerza bruta, Murak salto hacia delante con su arma sujeta con ambas manos arrastrando la cabeza del martillo por el gélido suelo, dejando un surco tras de si, en cuanto llego a la altura del primero de los atacantes, con una velocidad impresionante levanto el martillo, girándolo para que la parte frontal de la maza diera de lleno en el objetivo. El Hombre de Hielo trato de hacerle frente, pero era imposible parar semejante ataque, el martillo le dio de lleno en el costado, partiendolo en dos como si fuera un bloque de hielo, aprovechando el balanceo del arma, se giro hacia el siguiente objetivo, que se quedo perplejo de la tremenda embestida que había sufrido su compañero. Consiguió esquivar el golpe, que dio en el suelo pasándole a pocos centímetros del pecho, el martillo se incrusto en el suelo por la potencia del movimiento, momento en el que el Hombre de Hielo pensó en atacar, ya que pensaba ver descuidada la defensa del orco, ya que el martillo de este se encontraba atrapado en el duro suelo.
Con su brazo derecho convertido en una espada de hielo, dio una estocada por el flanco izquierdo de Murak, quien al ver el ataque dio un salto hacia atrás, soltando la empuñadura de su arma. Un nuevo ataque del ser helado, esta vez con el brazo derecho convertido en una tremenda hacha, tenia como objetivo el cuello del orco, pero cual fue su sorpresa cuando este consiguió agacharse en el ultimo momento y plantarse de un salto justo delante de el. Sin pensarlo dos veces, Murak cogió con la mano abierta la cabeza de su rival, con otro grito estremecedor, lo levanto por los aires y lo lanzo contra una pared que había a unos diez metros, el impacto fue brutal, el Hombre de Hielo quedo totalmente fraccionado. Solo quedaba uno, que se había quedado parado observando la impresionante fiereza del orco y antes de que pudiera reaccionar ya tenia al orco corriendo hacia el con el martillo de nuevo en sus manos, esta vez levantado por encima de su cabeza, lo dejo caer justo encima del enemigo, haciendo que este estallara dejando el único rastro de una nube de polvo blanco.


Capitulo 5: Viento y Flechas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joer que orco mas avaricioso XD